Debate por el impacto de la devaluación. Para los empresarios sigue pesando más el oficial.
En el marco de una serie de reuniones entre la Secretaría de Comercio, el titular de Aduana, Guillermo Michel, y empresarios de alimenticias, supermercados y autoconsumo por la renovación de Precios Justos, la discusión por el tipo de cambio que rige las importaciones y el costo de reposición consecuente marca agenda en medio de la escalada inflacionaria.
Bajo este panorama, empresarios vinculados a grandes y pequeñas alimenticias ratifican que las importaciones (y sus costos) continúan bajo el tipo de cambio mayorista, actualizado a $350 para la compra y $365 para la venta, pero que las condiciones que impone en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y la especulación de los proveedores generan distorsiones.
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“El consumo masivo, en general, está atado al dólar oficial, porque los diferentes acuerdos de precios van haciendo que se mueva a ese ritmo”, admite un empresario de peso dentro del sector alimenticio. Es por eso que reconoce que una disrupción en el tipo de cambio, como la actual del 22%, “inmediatamente se traslada a precios, sobre todo en alimentos”, aunque no en la misma medida para todos. Si se trata de una materia prima dolarizada, entonces “aplica de lleno”, como pasa con el trigo, maíz, girasol. En cambio, si se trata de productos de la canasta básica con mayoría de componentes de fabricación nacional, por ejemplo, la yerba, “el impacto no es tan abrupto”.
De todos modos, las dificultades para garantizar el cumplimiento del programa Precios Justos, también tienen que ver con el movimiento de los proveedores, “que muchas veces se manejan más cerca del blue”, explica el mismo empresario. En ese sentido, se queja una representante de una multinacional alimenticia: “Siempre recibimos ajustes de proveedores y tenés que ubicarlos porque estamos bajo un programa. Estas horas son de locos, porque buscan que el traslado sea directo”.
Para Daniel Moreira, presidente de Asociación Pyme, su sector “no deja de importar insumos y repuestos a dólar oficial”, pero sí algunos proveedores “no venden sus materiales si no se pagan al dólar ilegal, aunque lo compren con dólares al tipo de cambio oficial”.
Distinta es la mirada de Sebastián Menescaldi, director de la consultora ECO GO, que plantea una desagregación entre grandes y medianas empresas: “Los importadores pequeños usan precios de dólares financieros en sus bienes, hace tiempo. Las empresas más grandes, en cambio, se ubican más cerca del dólar oficial, en la medida que tienen acceso al MULC”. Según un gráfico de la consultora, desde diciembre de 2019 hasta junio, “los precios de los productos importados han seguido más a la inflación que al tipo de cambio oficial”, marcando una división más acentuada desde abril de 2021.
En el mismo sentido, para Martín Kalos, director de Epyca, “desde que se pospusieron las importaciones entre 60 y 180 días, las empresas buscan financiamiento temporal en los dólares paralelos”. “Estas cotizaciones están incorporadas hasta cierto punto en la estructura de costos, aunque el grueso esté al dólar oficial, pero todo depende del plazo aceptado, el rubro, y el costo de reposición, si se tiene en cuenta que en 180 días habrá cambio de gobierno”, agrega Kalos.
Superada la instancia de importación, desde la Secretaría de Comercio sostienen que las alimenticias tienen un “colchón de ganancias” que les permitiría absorber los incrementos sin trasladarlos a precios. Por eso, Matías Tombolini alertó: “El nuevo tipo de cambio es un dato que tampoco habilita abusos por parte de las empresas. La variación de los últimos 24 meses está a la par de los precios”.
Esto último es central, puesto que las empresas argumentan que el congelamiento o aumento consensuado, seguir el programa es difícil por la distorsión de precios y el atraso en la estructura de costos -en una economía indexada- se hace prácticamente insostenible apoyarlo. Así, desde la óptica empresarial, alimentos sensibles sufrieron remarcaciones, como el arroz (12,4%), yogur firme (16,7%), yerba mate (8%) o el dulce de leche (10,8%), quedando muy por delante de la pauta de Precios Justos. Por eso, la presencia de Michel en estas negociaciones tendrá foco en analizar la estructura de costos y tratar de dilucidar incrementos injustificables. Mientras tanto, un representante de un supermercado del AMBA advierte que “los proveedores cortaron las entregas” frente a esta coyuntura.
En paralelo, Las negociaciones entre Michel y el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), encabezado por Mario Ravettino, para consensuar precios y volúmenes de venta, muestran en parte este panorama. Según una fuente del sector, la suba del dólar oficial motiva mayores exportaciones, pero no todas las ventas se canalizan desde la formalidad, sino que una gran cantidad “pasa por la informalidad, sobrefacturando importaciones o bien subfacturando exportaciones”. Además, la discusión pasó por la cantidad y calidad a exportar, ahora que mejoró el incentivo para venderlo en el exterior, en detrimento de lo que se consumiría en el país.
Fuente: https://www.ambito.com/edicion-impresa/dolar-changuito-cual-es-el-tipo-cambio-que-rige-los-costos-las-empresas-n5796479
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